septiembre 22, 2007

Tiempo

Te pesaba tanto el tiempo perdido que no supiste qué hacer con él. Lo mirabas, lo cambiabas de lugar, a veces le quitabas un poco el polvo del desuso, pero nunca te atreviste a inspeccionarlo. ¿Acaso te atemorizaba la idea de ver las cosas que podrías-haber-vivido y que dejaste-de-vivir? Y ahí estaba el tiempo, todo el tiempo, encerrado en ese círculo infinito al que cuidabas como una joya preciosa que nunca usarías, como aquellos diamantes gigantes que se exponen en los museos. Encerrando todos los misterios y las respuestas, todos los momentos, los días de campo, las tardes de playa, las lunas anaranjadas, las estrellas fugaces, los barcos y los girasoles del Universo... No te atrevías a mirar tu más preciado tesoro, sabías que era un error esconderlo, sabías que te había sido entregado para que hicieras uso de él sin miedo. Pero te sentías con tanto poder teniendo el tiempo en tus manos, a tu disposición siempre... ¿Y para qué? ¿Qué sentido tenía guardar todo el tiempo si ni siquiera pasaba por ti? ¿Acaso ni curiosidad te daba saber qué había tras las manijas? Un día, después de muchos años de silenciosa espera, tomaste la pesada valija del tiempo almacenado y perdido, la cargaste un poco (no mucho porque no soportaste el peso de tantos segundos extraviados) y una idea te vino a la cabeza... La curiosidad de saber el por qué de las cosas, de ver correr el mundo frente a tus ojos ávidos de vida, de flores y vientos, de trigo y vino, de mar y arenas... Y fue en ese momento en que comprendiste que la vida se te fue sin vivirla, siempre preocupándote, arrepintiéndote, corriendo tras los minutos ya evaporados, esperando a que se condensaran nuevamente para ver si los podías recuperar... Fue en ese instante en el que el reloj del tiempo perdido se hizo insoportablemente pesado y lo dejaste caer... Tu último fragmento se había ido y corría en la vorágine interminable, el fluir de las horas eternas... ________________________________________________ Otro cuento viejo, que quizá debiéramos todos tomar en cuenta... no dejemos que el tiempo se nos vaya sin sentirlo al máximo en nuestras vidas, no permitamos que escurra entre nuestros dedos sin poder tomarlo entre las manos y disfrutarlo. Este más que minicuento es un llamado a aprovechar el tiempo, recuperar los segundos perdidos y no dejar que se nos siga escapando, disfrutar hasta el último segundo tiene que ser la consigna.

2 comentarios:

Aerdnaalimac dijo...

y realmente existe el tiempo?


tengo el objetivo de construir mi realidad con otra lógica, con otros parametros y romper lo convencional

y no quiero tiempo....quiero independizarme de él

cuando descucbra como, te enseñaré


mientras tanto, trataré de moldearlo lo mas que pueda a mi foma...para que no me gané ni pasé por mi


saludos polo...loryu

CamiL

Aerdnaalimac dijo...

necesito que el tiempo corra rápido polo.... y superarlo con estilo...

por el momento no lo logro...

CamiL