octubre 10, 2006

El primer día...

El primer día se levantó atrasada, no había recordado que debía cambiar la hora del despertador, no había recordado que hoy comenzaba todo. Despertó de improviso, como si su espíritu (o una simple ave matutina, que viene a ser casi lo mismo) le invitara a quitarse la modorra y salir a descubrir el mundo allá afuera. Había dormido mal, le costó concebir el sueño, se daba vueltas en la cama con la mente en mil lugares distintos y con el alma vagando bajo el frío de las 4 de la madrugada, corriendo descalza en búsqueda de aquellos ojos de grisácea paz que tanta luz le regalaron. No supo en qué instante fue vencida. El primer día comenzó rápido, tomó una ducha breve y un desayuno aún más breve, echó las llaves al bolso y salió. Estaba nublado, aunque las blanquecinas nubes se disipaban entre el tímido celeste allá arriba, con esa calma de nube. Tomó el autobús, se puso los audífonos y mirando el paisaje que corría detrás del vidrio, recién ahí asumió que ahí comenzaba todo, otra vez... Tocó el timbre del autobús, se bajó, sintió el viento de octubre el en rostro y sonrió.

2 comentarios:

J. dijo...

Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias...
Sabe que la lucha es cruel y es mucha
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina.
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor...
Sufre y se destroza hasta entender,
que uno se quedó sin corazón...
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
o un amor que lo engañó,
vacío ya de amar y de llorar
tanta traición...

Si yo tuviera el corazón...
El corazón que di...
Si yo pudiera como ayer...
Querer sin presentir...
Es posible que a tus ojos
que me gritan su cariño
los cerrara con mis besos...
Sin pensar que eran como esos
otros ojos los perversos
los que hundieron mi vivir...
Si yo tuviera el corazón,
el mismo que perdí;
si olvidara a la que ayer
lo destrozó,
y pudiera amarte,
me abrazaria a tu ilusión
para llorar tu amor.

Pero Dios te puso en mi camino
sin pensar que ya es muy tarde
y no sabre como quererte,
dejame que llore como aquel
que sufre en vida
la tortura de llorar
su propia muerte.
Buena como sos habrias salvado
mi esperanza con tu amor...
Uno esta tan solo en su dolor,
uno esta tan ciego en su penar...
Pero un frio cruel que es peor
que el odio, punto muerto
de las almas, tumba horrenda
de mi amor, maldijo para siempre
y me robo... toda ilusión...

Desmond Rentor. dijo...

siento a veces que quiero conocerte de verdad...

pero no sé de qué forma

de verdad también quisiera que fuesemos un tanto amigos

pero creo que ya no es misión

espero que estés bien.

y sobre todo, tu ánimo despierte

cuidate.